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viernes, 26 de noviembre de 2010

En Río de Janeiro, los traficantes huyen como ratas

Policías civiles y militares, con la ayuda de trece blindados y un pelotón de la Marina, tomaron por asalto “Vila Cruzeiro” una de las mas importantes guaridas de narcotraficantes de Río de Janeiro. 

La instalación de Unidades de Policía Pacificadora (UPP) en una docena de favelas de la ciudad, había provocado que los traficantes se trasladaran hacia Vila Cruzeiro, un lugar dominado por el "Comando Vermelho" (Comando Rojo), conformada por una de las más poderosas facciones criminales.

La Policía cree que los ataques que vienen produciéndose desde el pasado domingo por toda la región, responden a una estrategia de los narcotraficantes para desestabilizar las fuerzas de seguridad y sembrar el pánico entre la población. En cuatro días, 72 vehículos han sido incendiados, 32 personas han muerto (datos extraoficiales) y se han detenido a 188 personas.
Fueron cerca de 200 agentes los que entraron a Vila Cruzeiro, para lo cual usaron seis tanques, vehículos blindados y arsenal militar cedido por la Marina brasileña, con los cuales pudieron derribar las barricadas montadas que los narcotraficantes colocaron en varios puntos de las favelas. Autos y camiones incendiados, impedían que los vehículos de la Policía pudieran avanzar. Incluso el "Caveirão" del BOPE, que es un furgón blindado, era detenido por las balas de los narcotraficantes, que disparaban a los neumáticos.

Lo que llama la atención y preocupa a la sociedad y a los entendidos en seguridad, es la forma como las fuerzas policiales, dejaron huir a los narcotraficantes hacia otra favela. No se necesita ser muy experto en tácticas militares o policiales, para saber que en todo operativo de este tipo, se deja siempre un espacio libre, por donde los delincuentes trataran de escapar. Precisamente es ahí donde se les tiende la “red” de agentes, que estarán esperando para capturarlos. Pero en este caso, simplemente los dejaron huir.

Vila Cruzeiro está situada en un morro que colinda con uno de los mayores conjuntos de favelas del país: “El Complexo de Alemâo”. Las cámaras televisión captaron y mostraban en directo la huida de cerca de doscientos delincuentes escapando de Vila Cruzeiro por los caminos de tierra o adentrándose en el bosque, de donde eran recogidos por camionetas, motos y coches que llegaban del Complexo de Alemâo. El recojo y traslado de los criminosos por parte de sus cómplices no tuvo impedimento alguno; por aquel lugar, simplemente, no había ningún policía.

El secretario de Seguridad, José Mariano Beltrano, ha anunciado la llegada para este viernes de 300 agentes de la Policía Federal procedentes de otros Estados, que deberán colaborar con la Policía Local en la vigilancia de las carreteras de acceso a la ciudad.

Los efectos de la ola violencia hicieron mella en la comunidad, muchos habitantes de Vila Cruzeiro se fueron a casa de familiares o amigos que viven en otra parte de la ciudad. Más de 10.000 alumnos de escuelas municipales próximas a las favelas en conflicto no han podido ir a clase. Esta tarde, las principales vías de acceso a Río estaban inusualmente vacías: las empresas dejaron ir a sus trabajadores antes de tiempo para que regresaran a casa antes que anochezca. El metro registraba una cifra muy alta de pasajeros por que nadie quiere volver a casa en autobús.

Lo importante es que la población esta de parte de la ley y se está movilizando para ayudar a la Policía a capturar a los delincuentes a fin de detener tanta violencia. La Policía, recibió miles de llamadas anónimas que denunciaban nuevos actos de vandalismo o que ofrecían informaciones sobre el paradero de los asaltantes. Es indudable que lo único que quiere la población es vivir en Paz.

Para las autoridades policiales de Río de Janeiro, el control de Vila Cruzeiro supone un paso esencial en la lucha contra el crimen organizado. Pero lo importante no es dar un paso y luego detenerse. Lo importante es seguir avanzando en la lucha contra estos delincuentes que no solo destruyen el sistema social, sino que causan pánico y terror en la población.

Brasil tiene cerca de 190 millones de habitantes, esta compuesto por personas de bien, trabajadoras, amantes del orden y la paz. Las Favelas igualmente son lugares donde habita también gente buena  y honesta, aunque con menos oportunidades, que lo único qued desean es vivir en paz. Los delincuentes escogieron las favelas, por ser un lugar de difícil acceso para la policía no por que los habitantes lo hayan pedido, liberarlos de estas lacras sociales es una prioritaria obligación.

Felicitaciones al gobierno, a las fuerzas de seguridad, al ejército y a la comunidad que los apoya en esta dura pero necesaria tarea de “profilaxia” social. Sigan adelante. No se detengan, por que Dios, la Razón y la ley están con ustedes.

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