Powered By Blogger

jueves, 26 de abril de 2012

Desde que la mujer salió del hogar; el mundo se vino abajo.

     

No se trata de “machismo” solamente es el rol biológico que tenemos los seres humanos. Los hombres y las mujeres son seres muy similares, pero diferentes. El jamás será ella; tampoco ella nunca será él.
Y no se diferencian únicamente por el sexo sino que está comprobado que son diferentes orgánica y psicológicamente. De tal forma que por naturaleza la mujer, al igual como cualquier animal racional o irracional es quien debe parir y criar a sus pequeños  hasta que ellos puedan enfrentar la vida-así ella no lo quiera-. Precisamente por lo que el hombre y la mujer son dos mundos distintos y opuestos, es que se atraen y se complementan.

Pero que sucedió ahora; la mujer declinó a su rol biológico natural, para apartarse del hogar a fin de ayudar o sustentar a su familia económicamente ¿y que sucedió? El mundo se vino abajo. Imagínense, es como que la leona deja a sus críos a los cuidados de unas cebras, la gallina se las deja a una pata, los hijos de la jirafa los cría una elefanta o los críos de unos ovejas se quedan al cuidado de doña leona. Así igual sucede en la actualidad, la mujer dejó a sus hijos que los crie otra persona.

 ¿Y que esta aconteciendo?

Un estudio  reveló que en el mundo 2,6 millones de jóvenes mueren a lo largo de sus dos primeras décadas de vida; por suicidios,  actos violentos, alcohol, drogas, o accidentes de transito; en cuanto otros cientos de miles están en las cárceles o deambulan por las calles victimas de otros flagelos sociales.
Sexo desenfrenado, drogas, alcohol, abandono escolar, niños trabajando, mendigando en las esquinas, haciendo malabares en los semáforos para conseguir unas monedas, jovencitas que aprendieron a sacarle provecho económico a su belleza atrayendo “viejos verdes” para sacarles dinero o en las puertas de las discotecas prostituyéndose; el resultado, millones de infectados con letales enfermedades venéreas, niñas madres solteras, violadas y abandonadas, jóvenes asaltando, matando, drogándose, cumpliendo condena o en lo peor de los casos, muertos.

Lo que viene aconteciendo con las nuevas generaciones, es lamentable, sin embargo, no sorprende enterarnos por medio de las noticias policiales que “los asesinos no superaban los 18 años”, o que los cuerpos de los 3 o 4 ejecutados, correspondían a adolescentes entre 14 o 16 años de edad.
Sin embargo este caos generacional, ya había sido predestinado hace muchos años por el vigésimo sexto presidente de Estados Unidos, Theodoro Roosevelt, mediante unas proféticas palabras “El trabajo del hogar es fundamental para la humanidad. [...] Si la madre no cumple con su deber, no habrá una próxima generación, o si la hay, desearemos que no la hubiera habido.”
Hoy ya estamos lamentándonos de las suicidas actitudes de millones de nuestros jóvenes. Pero también está comprobado que desde que la mujer, salió del hogar en busca de superación, o para ayudar al marido, todo…todo se vino abajo.
Ahora vemos que las mujeres son presidentes, ministras, directoras de importantes instituciones, jueces, policías y están realizando miles de labores  y lo hacen muy bien, son exitosas lideresas, conducen la economía mejor que los hombres etc. etc. etc. ellas conocen perfectamente todo lo relacionado a su trabajo, saben lidiar con los más difíciles casos laborales, pero desconocen que esta sucediendo en su hogar, no saben donde andan sus hijas, a que se dedican sus hijos, donde comieron, que comieron, como van en la escuela o la universidad, o con que clase de amistades se están relacionando.
      (Getty)
No se trata de machismo, es la ley de la vida, así como las aves vuelan, los peces nadan; la labor de la madre es parte de este ecosistema humano, al igual que la leona, la tigresa o la mamá cocodrilo que no dejan de ser fieras mientras preparan a su pequeños para que enfrenten la vida. Es que eso, es algo natural; esas fieras saben instintivamente que deben dedicarles a sus críos el tiempo necesario para soltarlos al mundo, de lo contrario, la especie se acabaría rápidamente, pues los pequeños estarían expuestos a miles de peligros y no sabrían defenderse.
En los seres humanos está ocurriendo eso, la madre dejo en el “nido” a sus hijos, para que aprendan a caminar solos y cuando lo logran, lo hacen sin rumbo, por lo que son atraídos rápidamente por el primer malandro(a) que los encuentra desprevenidos.
Las mujeres manifiestan; son otros tiempos, las tareas del hogar también deben hacerlas los hombres etc. Por naturaleza, entre los animales, son las hembras quienes crían a sus hijos, entre los animales racionales, el hombre es más apegado a sus hijos, sin embargo, esto no garantiza una correcta educación dentro del hogar. La mujer jamás podrá escapar de este rol que le dio la naturaleza, de lo contrario estaremos dispuestos a sufrir las predicciones de Roosevelt.

Pero ahora ellas se resisten, quieren cambiar el mundo y lo están haciendo a costa de su hogar, compiten con los hombres en las diferentes tareas y que consiguieron con ello. Un hogar inestable, con hombres que abandonaron sus deberes de padres, con hijos que aparecen y desaparecen por semanas; Aunque ahora muchas mamás están más tranquilas por que los enamorados de sus hijas ya no las llevan a un motel (ahora la “nena” duermen con su enamorado en su propio cuarto con o sin consentimiento). Y los padres… cada uno por su lado y muchas veces haciendo cosas que les impiden moralmente llamarles la atención a sus hijos cuando estos hacen algo indebido.


Que hacer al respecto?... es difícil saber que hacer. El problema no es lo que actualmente hace la mujer; el problema es quien la remplaza en el hogar; por que el hombre jamás podrá substituir a una madre en el hogar; el hombre podrá realizar todas las tareas de casa, quizá hasta lo hará mejor, pero nunca como la mamá.
 
Lo que si es indudable; es que: “Cuando una madre está dentro de un hogar, da la sensación que Dios y sus ángeles también están junto a ella, dándonos paz y bendiciones a todos nosotros”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario