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sábado, 28 de septiembre de 2013

La Guerra de los Farrapos... y su hazañas que sirven de modelo a toda la tierra

Contrariamente a lo que dicen algunos detractores; La guerra que sostuvo la población de Rio Grande do Sul, contra las fuerzas del Imperio de Brasil, conocida como “La revolución Farroupilha”, realmente debe “servir de modelo”, ya no fue solo en defensa de la tierra, sino también, del honor, la dignidad y la libertad.
 
La revolución farroupilha, también conocida como La Guerra de los Farrapos, (farrapos en portugués significa “harapos” y “harapiento”, pordiosero) que fue el displicente apelativo que las autoridades brasileñas dieron a los independentistas de la región sur se desarrolló entre el 20 de setiembre de 1835 y el 1 de marzo de 1845. Fue un conflicto a través del cual, el hoy Estado de Rio Grande do Sul, buscaba la separación de la estructura del imperio de Brasil.
En ese periodo, Rio Grande do Sul se tornó en una república independiente, la que se denominaba “República Riograndense”, y que tuvo como presidentes a Bento Gonçalves da Silva y Gomes Jardím. Era una república con una historia definida, con arraigadas costumbres y con una penetrante cultura gaúcha, que día a día se incrementa más y más, gracias al orgullo que siente por ella toda su población.  Este fue un extenso y arduo conflicto armado; pues fue una guerra que duró diez años y que los riograndenses estuvieron a punto de ganar.
Esta conflagración se originó además por otros motivos, como el descontento con el centralismo político del gobierno imperial, los excesivos impuestos, la búsqueda de mayor autonomía para las provincias etc. Pero, no todo fue reveses para los valientes y corajudos Farrapos; en setiembre de 1835 los revolucionarios al mando de Bento Gonçalves toman Porto Alegre y hacen huir a las tropas imperiales; posteriormente obtienen también otras victorias.
En esos largos y penosos 10 años de lucha hubieron muchos actos de entrega y heroísmo a favor de la causa que los farrapos defendían, lamentablemente el gran poderío de las fuerzas imperiales pudieron más y en 1945 se firma un  acuerdo poniendo fin a la contienda y Rio Grande do Sul se reintegra a Brasil.
Por este motivo todos los años a partir de mediados del mes de setiembre, las diferentes ciudades del Estado brasileño de Rio Grande do Sul, “conmemoran” esta “Revolución Farroupilha” con una serie de actividades folcloricas, culturales, y sociales, mediante las cuales rinden homenaje a los héroes caídos en esta guerra, que efectivamente… la perdieron.
Por esto, debe entenderse bien que estos actos que realizan año a año en todas las ciudades de este Estado no son “celebraciones de una guerra perdida” como dicen algunos detractores, sino “CONMEMORACIÓNES” pues se rememora las valerosas y ejemplares acciones de los revolucionarios Farrapos ocurridos en esa conflagración armada.
Para mayor entendimiento analicemos el significado de estas dos palabras, Celebración y conmemoración.
Celebración: Palabra que proviene del latín, “celebratio”, que significa: fiesta, solemnidad, reunión numerosa, afluencia.
Conmemoración: que también proviene del latín, “commemorāre”, que se refiere a hacer memoria.
Es decir, cuando celebramos algo, estamos llevando ese algo, de lo particular hacia lo social de forma alegre, lo que lo hace más cercano a una fiesta. Es decir, se celebra lo ordinario, haciéndolo extraordinario; más, para ello, debe existir un motivo que unifique a una comunidad para recrear el pasado en el presente con jolgorio y alegría.
Pero, cuando decimos Conmemorar, no estamos limitándonos al recuerdo de un acontecimiento, sino a la trascendencia actual de ese acontecimiento a través de la memoria. Esta es una forma de ver lo ya acontecido como experiencias que nos den indicativos para avanzar hacia un mejor porvenir. En el “hacer memoria”, hay una intencionalidad y una finalidad, que no es otra cosa que mantener viva la historia.

Se dice también que esta Guerra de los Farrapos fue en busca de la libertad, pues en ella participaron muchos peones esclavos que sabían que si lograban vencer, obtendrían esa preciada libertad; aunque al final muchos de ellos no lograron conseguirla; pero lo más importante fue que lo intentaron, y eso también es un orgullo, pues prefirieron la muerte antes de perder su dignidad.

Por ese motivo al repasar estos brillantes acontecimientos de las páginas de la historia del valeroso Estado de Rio Grande do Sul, me doy cuenta que la estrofas de su himno que dice; “Sirvan nuestras hazañas de modelo a toda la tierra…” están bien ubicadas, pues no se necesita ser ganador de una guerra para triunfar; sino, díganme, ¿no es un ejemplo a seguir todo el esfuerzo hecho por el gran Túpac Amaru, en su lucha por libertar a su pueblo del yugo español?... ¡Claro que sí! Y acaso Este gran héroe y ejemplo de valor ganó la guerra… No, el perdió esa guerra e inclusive fue mutilado y muerto junto con toda su familia. Pero su hazaña inspiró en gran parte las luchas por la independencia de América en el siglo XIX.
No debemos burlarnos de la “Guerra perdida” ni tampoco sentirnos deprimidos por no haberla ganado, antes bien felicitémonos por conmemorar año a año a esos valerosos personajes gaúchos de Rio Grande do Sul, conservando su cultura y tradición, pero sobretodo, siendo personas de bien.
“La verdadera Victoria no es la que se consigue en una guerra ganada sino de cómo aprendemos a levantarnos de la guerra perdida”
 
 ¡Viva Rio Grande do Sul!.....
     ¡Vivan por siempre Los Farrapos!.

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