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domingo, 24 de febrero de 2013

Ernesto Cardenal "Escribo con palabras claras para llegar al público"

Ernesto Cardenal es un poeta nacido en Nicaragua el 20 de enero de 1925. Desde niño se sintió atraído por las letras y quiso buscar una forma de cambiar el mundo. Se lo conoce por sus ideas políticas marxistas y su defensa de la teología como única salida a los males que aquejan hoy al mundo.
 
Ernesto Cardenal ingresó en 1935 en el Colegio Centro América de los Jesuitas en Granada, donde estudió el bachillerato. Cursó luego filosofía y letras en la Universidad Nacional Autónoma de México, graduándose en 1947. Entre 1948 y 1949 hizo el posgrado en la Universidad de Columbia, Nueva York. Discípulo de J. Coronel Urtecho, integró la llamada "Generación del 40" junto con los poetas E. Mejía Sánchez y C. Martínez Rivas. Viajó por Europa y en 1950 regresó a Nicaragua. Empezó a escribir sus poemas históricos y a traducir con Coronel Urtecho poesía norteamericana, hasta formar una voluminosa antología.
En 1952 fundó una editorial exclusiva del género, El hilo azul, y en 1954 participó en un movimiento armado que intentó asaltar el Palacio Presidencial, que fue conocido como la Rebelión de Abril. En 1956 escribió su extenso poema político "Hora cero". Pero ese año cambió el rumbo de su vida: resolvió profesar e ingresó al Monasterio de Nuestra Señora de Gethsemani, en Kentucky, Estados Unidos, donde Thomas Merton fue su maestro y mentor espiritual. Continuó sus estudios religiosos en México y en Colombia.
Ordenado sacerdote en Managua en 1965, viajó a Estados Unidos para planear la creación de una pequeña comuna contemplativa en Nicaragua, que fundó al año siguiente en el archipiélago de Solentiname y publicó su obra "El evangelio en Solentiname". Juan Pablo II lo amonestó públicamente por propagar una doctrina contraria a las ideas de la iglesia.
En 1970 visitó Cuba, relatando su experiencia de la revolución en el libro En Cuba. También conoció los procesos del Perú y Chile. En octubre de 1977, cuando se inició la primera ofensiva insurreccional, participaron en ella como guerrilleros un grupo de jóvenes de Solentiname, que asaltaron el cuartel San Carlos, por lo que la Guardia somocista destruyó su comunidad y Cardenal fue condenado en ausencia a muchos años de prisión. En 1979, con el triunfo de la Revolución Sandinista, fue nombrado ministro de Cultura, cargo que desempeñó hasta 1988.
A causa de sus principios fue despreciado en más de una ocasión por los líderes de la iglesia católica; sus planteos dejan en evidencia que esta institución no se parece en nada a la fundada por Cristo. Para Cardenal, entre el Cristianismo y el Marxismo no hay diferencia, son dos formas que engloban la misma manera en la que deben vivir los seres humanos. Dice que ninguna de estas ideologías se ha llevado a la práctica y que una revolución (pacífica o no) sería la única solución posible para arreglar el mundo imponiendo ideas más comunitarias, donde el bien común fuera el objetivo fundamental de toda acción.
Aquí les ponemos a su disposición algunos poemas, disfútelos...
Al perderte yo a ti
Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:
yo porque tú eras lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amarán como te amaba yo.
Epitafio para la tumba de Adolfo Báez Bone
Te mataron y no
nos dijeron donde
enterraron tu cuerpo,

Pero desde entonces
todo el territorio
es tu sepulcro

o más bien;
en cada palmo
de territorio nacional
en que
no está tu cuerpo
tú resucitaste

Creyeron que te
mataban con una orden
de ¡fuego!

Creyeron que te
enterraban

Y lo que hacían
era enterrar una semilla.
Epigrafos
1
Esta será mi venganza:
Que un día llegue a tus manos el libro de un poeta famoso
y leas estas líneas que el autor escribió para ti
y tú no lo sepas.
2
Yo he repartido papeletas clandestinas,
gritando: ¡VIVA LA LIBERTAD! en plena calle
desafiando a los guardias armados.
Yo participé en la rebelión de abril:
pero palidezco cuando paso por tu casa
y tu sola mirada me hace temblar.

Atentados en Santa Catarina - Brasil; ¿delincuencia común o terrorismo?

Terrorismo es el uso sistemático del “terror” a fin de coaccionar sociedades o gobiernos a través de la violencia. ¿No es eso lo que está sucediendo en Santa Catarina, Río de Janeiro o Sao Paulo en Brasil? Grupos armados dominando extensas aéreas no son simples delincuentes… ¿por qué tanta impasividad?, ¿Quien esta tras de esto?

Una de las características específicas de la delincuencia organizada es precisamente, su “organización”. Pues ellas tienen un estructurado organigrama de “trabajo” que les indica su status dentro de la organización, delimitándoles a los que participan en la comisión de ese fenómeno delictivo la distribución de actividades, asignándose tareas especificas dentro de las cuales podrán hacer meritos para ser “promovidos” a una jerarquía superior; ya que en estas organizaciones criminales existe un jefe con sus mandos intermedios, que a su vez tienen sus operadores de base que trabajan coordinadamente, para la obtención de objetivos económicos.

En muchos países del mundo, este “trabajo coordinado” mediante el cual la criminalidad obtiene su lucro, se realiza a través de robo, el fraude, la extorsión, el secuestro, etc. Pero lo específico de las actuales organizaciones delictivas, es la mayor sofisticación de los métodos para la comisión de sus delitos, ya que hoy vienen empleando algunos medios que les dan mayor potencialidad, y que les permite acordonar una población para realizar grandes asaltos utilizando un gran número de personas fuertemente equipadas con sofisticadas armas de guerra que en algunos casos supera a las de las fuerzas del orden.

Entonces es ilógico suponer que estos tentáculos los mueven únicamente la marginalidad de las villas o favelas como se pretende hacer creer a la sociedad. Aquí no solo está la gran industria del narcotráfico que les da la posibilidad de desplazamientos de grandes cantidades de dinero a través de los circuitos financieros legales como bancos, casas de bolsa, y otras organizaciones financieras, que les han dado una mayor capacidad para expandir sus actividades hacia diferentes campos.

Por otro lado, tenemos vinculado a este mismo fenómeno delincuencial mafioso, el lavado de dinero como forma específica de delinquir organizadamente, de modo que ganancias producto del delito se conviertan en ingresos aparentemente lícitos, a ser manejados por instituciones financieras y por otro tipo de empresas, como si se tratara de ganancias bien habidas.

Existen también otros delitos como el robo de automóviles que permite distribuir desde unidades completas, hasta piezas por separado en diferentes países, lo cual requiere, por supuesto, la participación de una gran cantidad de personas que actúen organizadamente. Otro caso es el de los asaltos en carreteras cometidos en contra de transportes de gran magnitud, por ejemplo, de productos alimenticios o de materiales de construcción. Evidentemente es una forma de delincuencia organizada porque requiere reciclar esos bienes en un mercado supuestamente lícito.
Volviendo a Brasil, podemos afirmar que existen muchas otras formas delictivas no suficientemente estudiadas, pero que deben ser objeto de análisis con especial preocupación para determinar su grado de existencia y de realidad. Lo que viene sucediendo en Brasil no es una acción aislada de unos delincuentes que dirigen desde el claustro de una prisión de alta seguridad los atentados terroristas en Santa Catarina, los asaltos y robos a ciudades enteras, o las organizaciones criminales de Rio de Janeiro o São Paulo…

Vamos a hacer una comparación para que se entienda esto con más facilidad; (aclaro; estoy haciendo solo una comparación eh?) Veamos; si todo estos actos delictivos, envueltos en una nube de terror fueran realizados por un ejército; todos ellos estarían siendo ejecutados únicamente por soldados, cabos o sargentos…Nos preguntamos; ¿y sus altos mandos donde están? ¿quiénes son sus coroneles o generales?... ¿se entendió?

Aquí el trasfondo es, la desfiguración de un sistema político y social porque eso es el objetivo de todo grupo terrorista y llama la atención que un país como Brasil no se apliquen leyes antiterroristas como existen en países que tuvieron las peores experiencias con el saldo de cientos de miles de muertos y que hoy a través de estas severas leyes lograron amenguarlas.

El meritorio y excelente trabajo del gobierno por combatir la pobreza que todavía se percibe dentro de la población brasilera, debería ser bien afianzado con persistentes programas, culturales, educativos que incentiven a los jóvenes y les muestren nuevas alternativas de vida; y eso debe empezar por controlar su programación televisiva llena de sexo “a vontade”, violencia, y otras fútiles expresiones de vivir y de conducirse en la vida. (Ustedes ya saben a qué programas me refiero) debemos enseñarles a los niños,especialmente a los de las poblaciones más carentes que no todo es fútbol o carnaval y que los asesinos o delincuentes no son ejemplo a seguir.

Por último, no podemos decir nada sobre las fuerzas armadas o las fuerzas policiales brasileñas pues ellas han sabido demostrar su potencial, su alto grado de profesionalismo y su gran capacidad de acción cuando les tocó enfrentarse a la delincuencia. Ellos avanzan, luchan, mueren, capturan, matan y envían a la cárcel a los infractores de la ley…


El problema es… y resulta hasta risible enterarnos que pocos días después de las últimas capturas; al término de una nueva incursión policial en un reducto delictivo, se escucha la sorpresiva pregunta de un oficial al quedarse frente a uno de los “nuevos” capturados…

- ¿Como, a este no lo habíamos encerrado en la cárcel hace una semana?

lunes, 11 de febrero de 2013

Cambios climáticos, migraciones y derechos humanos

 
Las poluiciones y deshechos de las grandes metrópolis han provocado que la naturaleza recrudezca sus efectos naturales como inundaciones, sequías y tormentas, entre otros fenómenos, obligado a que un sin número de personas se desplacen de sus comunidades de origen, ya sea dentro o fuera de sus países.
En esta coyuntura mundial, luego de 20 años después de la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, por un lado, los gobiernos del mundo se convocaron en el mismo lugar para analizar la actual situación ambiental y el estado de los compromisos asumidos en 1992; en la denominada Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, Río+20 y; por otro, la sociedad civil global ha acordado organizar un debate paralelo a la conferencia oficial, mediante un amplio e incluyente proceso calificado como la Cumbre de los Pueblos por la Justicia Social y Ambiental en Defensa de los Bienes Comunes.
Sin duda, dos hechos de enorme trascendencia para el futuro de toda la humanidad, desde dos orillas diferentes. Por ello, el Consejo Editorial de Entre Tierras, Boletín sobre políticas migratorias y derechos humanos, con el patrocinio de la Fundación Friedrich Ebert en Ecuador (FES-ILDIS), ha considerado de suma importancia explorar cómo los procesos migratorios muestran evidencias de afectación por el cambio climático y las consecuencias de las decisiones que tomarán los Estados sobre este tema, en medio de un complejo escenario mundial.
A lo largo de la historia el modelo de producción capitalista ha ido, de manera progresiva, ampliando la frontera de la industria extractiva. Se ha apropiado de tierras y territorios, y ha mercantilizado la biodiversidad propia de ecosistemas únicos. Este modelo necesita de más energía para auto-reproducirse. De forma sistemática, distribuye sus desechos tóxicos entre las poblaciones más vulnerables del planeta y en regiones de alta biodiversidad.
Estas acciones han provocado que en la naturaleza recrudezcan sus efectos naturales causando reiteradas inundaciones, sequías y tormentas, entre otros fenómenos que han obligado a que un sin número de personas se desplacen de sus comunidades de origen, ya sea dentro o fuera de sus países y, al no contar con un reconocimiento formal por parte de los Estados, han sido invisibilizadas. En algunos casos, los migrantes climáticos son considerados como parte delos “flujos migratorios mixtos”; por esta razón,no son atendidos ni por los gobiernos, ni por la sociedad civil con la especificidad que su problemática amerita.
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El análisis de la “migración por causas climáticas” tiene que tomar en cuenta no sólo las transformaciones imprevisibles del clima, sino también las causas estructurales que han ocasionado esos cambios y que han obligado a que miles de familias abandonen sus hogares. Entre los motivos de fondo se encuentran las violaciones sistemáticas a los derechos humanos, en particular los derechos económicos, sociales, culturales, ambientales y colectivos y, por supuesto, los de la naturaleza, debido a la (para) militarización de las zonas ricas en recursos naturales, el despojo de tierras y territorios originarios y el desalojo forzado, entre otros conflictos violentos que se cometen para continuar expoliando a la naturaleza y a los pueblos.

Frente a esta realidad ¿cuáles son las propuestas de la sociedad civil?, ¿cuáles son los acuerdos a los que deben o deberían llegar los gobiernos?, ¿existen nuevas estrategias de reproducción del capital?, ¿qué papel juegan las transnacionales y las corporaciones en las negociaciones climáticas y económicas a nivel mundial?, ¿por qué hacer un análisis del hecho migratorio en el marco del cambio climático?, ¿cómo se vinculan los procesos migratorios con el análisis de la economía y la ecología?.
Estas, entre otras interrogantes, han ido surgiendo a lo largo de esta edición de Entre Tierras. Algunas de estas inquietudes son respondidas por múltiples voces, entre ellas las de la Asamblea Mundial de los Migrantes, la Fundación Pachamama, la FES-ILDIS y el Comité de Defensa de Río Grande. También se incluyen aportes del ACNUR y el PNUD, y reflexiones de académicos de España y Uruguay.
De ellas, se destacan las propuestas de la Conferencia Mundial de Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra (2010) y, desde luego, las tesis ecuatorianas hacia Río+20, a través del Ministerio Coordinador de Patrimonio. Y, como avance, la voz de un destacado líder inmigrante salvadoreño, miembro de la Alianza de Comunidades Caribeñas y Latino Americanas (NALACC), en los Estados Unidos de América.

Bidu Sayão, la mayor voz lirica de Brasil

 
 
Mayor voz lírica nacional, Bidu Sayão nació en Rio de Janeiro en mayo de 1902. ¡“Qué encanto impregnante tiene el timbre de ella!”. Mario de Andrade terminaba así la columna, publicada en 1933 en el Diario de São Paulo, enteramente dedicada a la soprano, apodada por él de ruiseñor brasileño.
Con la vocación revelada desde muy temprano - a los 10 años ya cantaba y tocaba clásicos en el piano; a los 16 se presentaba en teatros de Rio de Janeiro – Bidu conquistó, de forma pionera, los más importantes palcos del escenario clásico internacional.
Aún muy joven, buscó en Europa el perfeccionamiento técnico. Primero en Rumania, más tarde en Francia. En la década del 20, estrenaba en Italia, en el Teatro Constanzi de Roma. En los Estados Unidos, donde consolidó su carrera, llegó a mediados de los años 30. Pasó a integrar, por invitación del maestro italiano Arturo Toscanini, los cuadros de la Orquesta Filarmónica de Nueva York.
La temporada de 1936 en el Carnegie Hall consagró a la brasileña de manera definitiva. Interpretando Manon, de Jules Massenet, estrenó, al año siguiente, en el Metropolitan Opera House – Olimpo de las grandes voces de la ópera – siendo oída en Rio por los seguidores que acompañaban el espectáculo a través de una esperada transmisión radiofónica. Testimoniaban así, el gran triunfo de la brasileña, que formaría parte de los elencos estables de la casa operística americana durante los años siguientes.
La carrera en el exterior nunca le impidió volver a cantar en Brasil. Con una voz límpida y delicada, e imprimiendo estilo y densidad dramática en sus interpretaciones, Bidu Sayão vivió en escena 22 grandes heroínas, entre ellas, Mimi, de La bohème (Puccini), Gilda, de Rigoletto (Verdi), y Ceci, de O Guarani, de Carlos Gomes.
En la década del 40, fue consagrada con la segunda colocación en el concurso que eligió a la cantora lírica de los Estados Unidos. Cantó en la Casa Blanca para el matrimonio Roosvelt, cuando rechazó la oferta de la ciudadanía americana ofrecida por el entonces presidente. Quería terminar su vida y su carrera como brasileña. Paró de cantar en el auge de la fama y del reconocimiento, de manera definitiva, en 1958.
La última aparición pública fue, a pedido de Villa-Lobos, en el Carnegie Hall, en Nueva York. Pertenecen a Villa-Lobos las más importantes grabaciones registradas por Bidu, entre ellas, de las Bachianas nº5 y de la Floresta do Amazonas. Murió, en los Estados Unidos, a los 96 años, en el año 1999, haciendo planes para conmemorar su centenario en su tierra natal.

Jorge Amado, uno de los más famosos escritores brasileños de todos los tiempos

 
 
Jorge Leal Amado de Faria o simplemente Jorge Amado es uno de los más famosos escritores brasileños de todos los tiempos, sus obras traducidas a 49 idiomas, son también conocidas mundialmente a través de las adaptaciones para el cinema, teatro y televisión.
Hijo de un estanciero del cacao, Jorge Amado nació en una hacienda en Itabuna, al sur de Bahia, en 1912. Al año siguiente, una epidemia de viruela obligó a la familia a establecerse en la ciudad de Ilhéus, donde pasó su infancia y fue alfabetizado por la madre, antes de estudiar en un colegio jesuita en Salvador. Con sólo 15 años, empezó a trabajar en los diarios y a participar de la vida literaria, siendo uno de los fundadores de la Academia de los Rebeldes, grupo de tendencia modernista.
Amado publicó, en 1931, O país do carnaval, su primera novela, de aguzada crítica política. Radicado en Rio de Janeiro, conoció en los siguientes años a Vinicius de Moraes, Rachel de Queiroz y Gilberto Freyre. Luego de un viaje al sur de Bahia, impresionado con la vida de los trabajadores de la región, escribió Cacau (1933). Decidido a hacer del romance un instrumento de lucha social, inició una fértil producción, publicando los romances Suor, Jubiabá, Mar Morto y Capitães da Areia, entre 1934 y 1937.
Graduado en Derecho, fue redactor jefe de las revistas Dom Casmurro e Diretrizes, e intensificó su militancia comunista, combatiendo los abusos del Estado Nuevo. Perseguido, sus libros fueron quemados y conoció el primer exilio. Volvió a Brasil en 1944, luego de largos viajes por Latinoamérica y fue elegido al año siguiente miembro de la Asamblea Nacional Constituyente, por el Partido Comunista Brasileño. Amado fue autor de la ley, aún en vigencia, que asegura el derecho a la libertad de culto religioso. En 1947, el PCB fue declarado ilegal.
Casado con Zélia Gattai y con un hijo, Amado volvió a exilarse con la familia, esta vez en Francia, donde permaneció hasta 1950, y en Checoslovaquia, donde nació su hija Paloma. En este período, hizo viajes por Europa y Unión Soviética, donde recibió el Premio Stalin. Nuevamente en Brasil, Amado lanzó la novela, Os subterrâneos da liberdade, sobre el líder comunista Luiz Carlos Prestes y dejó la militancia política para dedicarse integralmente a la literatura. A partir de entonces escribe sus novelas más populares, como Gabriela, Cravo e Canela (1958), Dona Flor e Seus Dois Maridos (1966) y Tereza Batista Cansada de Guerra (1972), que coleccionan premios.
En 1961, fue elegido para la Academia Brasileña de Letras. Doctor Honoris Causa por diversas universidades de todo el mundo, él tenía realmente orgullo del título de Obá, puesto civil que ejercía en el Ilê Axé Opô Afonjá, en Bahia. Su obra literaria conoció decenas de adaptaciones para el cine, teatro y televisión. Sus romances fueron traducidos en 55 países, en 49 idiomas. Falleció en Salvador, en 2001. Fue cremado, y sus cenizas enterradas en el jardín de su vivienda, en la calle Alagoinhas, el 10 de agosto, día en el que completó 89 años.