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miércoles, 16 de marzo de 2011

Carnaval de Brasil, mistura de fiesta, Teatro y folclore.

         
Los carnavales de Brasil no son solo fiestas, bailes y desenfreno popular. La participación de la escuelas dentro del sambodromo, están llenas de arte, folclor y teatro y luminosidad.
Al asistir a los carnavales de Brasil debemos estar preparado para dos cosas, primero; formar parte de los provocadores bailes y del desenfreno popular y segundo, deleitarnos con las diferentes representaciones teatrales llenas de arte, folklore y sincronización exhibidas por las diferentes Escuelas de Samba. Pero lo más importante, es que todas estas “obras de teatro” que se difunden una tras otra, pueden ser apreciadas en un único escenario; “El sambodromo”.
Los carnavales de Brasil no son como muchos piensan, solo una fiesta de desenfreno y erotismo -algo innato en toda gran fiesta popular- Sin embargo, las escuelas de samba se preparan no solo para la frivolidad. Ellos ensayan todo el año, y están pesquisando en la historia el complejo tema que van a representar durante su participación, el mismo que debe ser milimétricamente desarrollado, ya que un mínimo de puntaje lo aleja de otras escuelas competidoras. Descontando que toda esta preparación precisa de mucha gente especializada, generándose miles puestos de trabajo para artesanos, costureras, mecánicos, soldadores, intelectuales, entre otros. Por esta razón se dice que al día siguiente del término del carnaval, empiezan los trabajos para el próximo.
Luego, a la hora del desfile, es tan sorprendente la perfección de los movimientos y las vestimentas de los integrantes de cada escuela, así como las figuras representativas de los carros alegóricos, que da la impresión que esta conformada por miles de actores profesionales de teatro; lo mas interesante es que esa escenificación tienen que desarrollarla sin detenerse desde que ingresan a la pista, durante toda la trayectoria y hasta que sale el último de sus participantes, ya que existen jurados apostados en varios lugares específicos evaluando su participación.
Por ejemplo este año en Rio de Janeiro una escuela abrió el desfile con la representación del mundo del Ingenioso Hidalgo Don quijote de la Mancha, una excelente representación por parte de los miles de participantes que debidamente ataviados a la usanza de la época, iban recreando historias del Quijote y de la cultura española. Hubo escuelas que evocaron la mitología griega y egipcia, la historia de la medicina, entre otras difíciles pero bien constituidas representaciones teatrales.
En Brasil existen dos tipos de carnaval que se desarrollan casi paralelamente; uno es el desfile de las “Escuelas de Samba” cuyos paso es marcado por los retumbantes ritmos de los tambores, los impresionantes carros alegóricos y las increíbles y sensuales bailarinas de samba, que danzan entre los miles de participantes que van debidamente ataviados con bellas y coloridas vestimentas. Este tipo de carnaval no solo se realiza en Rio de janeiro, Recife o Bahía, pues existen similares celebraciones en todas las ciudades del país.
El otro es el “Carnaval de Rúa” (carnaval de la calle) donde no participan las Escuelas de Samba, pero que se desarrollan por “blocos” o grupos de personas, que van expresando su alegría fuera de los sambodromos; sin embargo en ellos, pueden también participar espontáneamente quien no pertenece a ninguno de esos grupos. Casi todas las ciudades de Brasil realizan carnavales de rúa, donde la gente ataviada con diferentes atuendos o disfraces avanza danzando, al son de la música de una banda o la que va propagando por los altoparlantes los vehículos acondicionados para ello, que son más conocidos como “Tríos eléctricos”. Esta forma de carnaval es más íntima, más popular, ya que no tiene mayores exigencias o reglas y para participar solo basta tener ganas de pasarla bien.
El carnaval se ha constituido en la mayor manifestación de la cultura popular del Brasil, donde se misturan fiesta, teatro, arte y folclore, que se originó como una fiesta de la calle y que con el tiempo se fue concentrando en grandes sambodromos y con bailes en clubes. Cada año el carnaval brasileño se torna más sofisticado, las representaciones son mas completas, más exigentes y son construidas de acuerdo al avance de la tecnología, lo único que se mantiene igual son las ganas de vibrar, danzar y cantar de alegría, olvidando quizá cualquier sinsabor que la vida suele deparar.
Freud decía que, “la naturaleza misma de estas clases de fiestas, así como la alegría es producida por la libertad de realizar lo que en tiempos normales se halla rigurosamente prohibido”. ¿Será acaso el motivo por lo cual los brasileños, así como los millares de turistas que llegan de todo el mundo se integran a disfrutar frenéticamente de esta particular celebración, dejando lado por unos días sus problemas y…su otro yo?
De ser así; no lo duden, están haciendo algo muy saludable.

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